Escribir para gestionar emociones

Cuando decimos “no tengo tiempo”, “no me da la vida”, “no llego a todo”, “no puedo”, “no sé”, nuestro cuerpo se pone en modo estrés. Si además le añadimos la percepción de no tener recursos suficientes para abordar la demanda que tenemos delante (recursos como tiempo, conocimiento, habilidades, energía o materiales), entramos en angustia o miedo, disparando nuestro cortisol.

El exceso de cortisol nos provoca una inestabilidad emocional que nos puede afectar sobremanera. Como dice la Dra. Navarrete: “estamos más irritables, manejamos peor las emociones, podemos tomarnos las cosas más a pecho, tener conflictos con otras personas y, de repente, podemos sentir angustia, tristeza o sentirnos más exaltados”.

¿Cómo podemos regular el cortisol?

Existen muchos métodos para ayudarnos a regular el cortisol y recuperar el equilibrio emocional. Algunas de las herramientas para recuperar la serenidad y bajar el nivel de cortisol, os las compartí en el artículo sobre la importancia de tener un momento de calma. Ahora, quiero añadir una técnica, cada vez más valorada y que la ponemos poco en práctica debido al uso de las nuevas tecnologías, que es la escritura.

La escritura es una técnica maravillosa para la expresión de las emociones. Mejor si lo haces a mano, con papel y bolígrafo, para que no puedas borrar. Porque no se trata de escribir un texto perfecto, sino de soltar todo lo que está rondando por tu mente, sin filtro. Total, nadie más lo va a leer si no quieres. Solo deja que fluya todo eso que tienes en la cabeza y escríbelo. Hasta que ya no sepas qué más poner, que sientas que has sacado todo.

7 ejercicios para escribir y recuperar tu equilibrio

Para ayudarte a expresar tus emociones y recuperar tu equilibrio emocional, te dejo siete actividades que puedes responder escribiendo. Con ellas podrás bajar a la realidad lo que te tiene emocionalmente incómodo.

¿Qué historia te cuentas cuando te sientes estresado/a? Y una vez que te contestes, ¿qué historia te podrías contar en lugar de ésta?
Indica lo que te hace sentir segura/o y en el presente: ¿Una persona?, ¿un lugar?, ¿un libro?, ¿una canción?, ¿una actividad?
Anota un momento del pasado en el que tuviste miedo, ansiedad o que estuviste estresada/o. ¿Cómo lo superaste?
¿Qué harías si no estuvieras tan preocupado/a? Anota 5 cosas. Después cierra los ojos y créete que eres valiente. Dítelo a ti mismo/a: “Soy valiente”. A continuación, anota ¿cómo vas a avanzar respecto a esas 5 cosas que escribiste antes?
Escribe tres situaciones o comentarios que te dices o te dicen que te llevan a sentirte con ansiedad y después, indica tres pensamientos positivos con los que los podrías reemplazar.
Haz una lista de 10 aspectos de tu vida por los que estés agradecido/a.
Escribe un diario emocional indicando qué sientes, qué ocurrió, qué pensaste y en qué desembocó que te sintieras así. También puedes poner el grado de intensidad emocional del 1 al 10.

Escríbelo, procésalo y vuelve al equilibrio

En psicología también te sugieren que tras una situación en la que te desestabilizaste, donde hay otras personas que han estado involucradas, hagas un escrito contando todo lo negativo vivido, desde el punto de vista más feo, más desesperado, cruel y mal hablado que necesites. Eso que por vergüenza o buenas maneras no te permitirías decir jamás a alguien a la cara.

Después, ya con otro nivel emocional o incluso con otra emoción predominante, escribir aprendizajes, lo que te has dado cuenta, agradecer, perdonar y también cerrar el episodio de tu vida para que puedas dejar atrás lo ocurrido.

Algo similar propone la biodescodificación, mediante cartas de liberación emocional en temas relacionados con las herencias familiares que no te corresponden, pero han llegado a ti a modo de enfermedades, culpas, engaños, faltas de cariño, problemas económicos, etc. En ella, puedes decretar con amor que liberas a tu familia y a ti de sus asuntos pendientes y de todos los programas inconscientes que hayas heredado. Estas cartas es mejor que las realices guiado por un profesional en biodescodificación porque requiere de unas premisas y unos pasos concretos para su desarrollo.

En todas estas cartas, es importante que cuando te sientes a escribirlas te tomes tu tiempo, sin prisa, que estés en un espacio en el que te sientas cómodo, que no haya interrupciones, que las escribas sin volver atrás, sin borrones, no importan las faltas de ortografía, sino la expresión emocional que acompaña a cada palabra, la intención que pones.

Al finalizarlas, la recomendación es que las leas en voz alta, las quemes y te deshagas de las cenizas. Hecho está.

Las 6 ventajas de escribir a mano

Además, piensa que por mucho que no solamos ya escribir a mano, escribir tiene varias ventajas:

Te permite sacar lo que te está oprimiendo o revolviendo.
Puedes darte cuenta con mayor claridad y reconocerte a ti mismo todo lo que te tiene en vilo.
Con el hecho de haberlo puesto en palabras, también es posible que tu mente haya encontrado un orden, una priorización, un sentido, un “no merece la pena” …
Es posible que tras haberte expresado a través de la escritura percibas las mejores ideas o sientas que recuperas el “control” de lo que tienes por hacer. Tener la mente más despejada después de haberla vaciado de pensamientos improductivos, deja un espacio para nuevas ideas y soluciones que con el alboroto anterior la mente no era capaz de vislumbrar.
Sientas cierto alivio, como una sensación de soltar lastre que incluso físicamente puedes notar.
Tu grafología te dará pistas sobre cómo estás y tu forma de afrontar la vida.

Con todo lo que te he compartido, tienes más opciones para recuperar tu bienestar a través de la escritura. ¿Por dónde vas a empezar? Elige como siempre lo que te resulte más sencillo y siempre, siempre, expresando tus emociones para soltarlas y que no se atasquen en tu cuerpo, llegando a provocar alguna enfermedad. Aprende a gestionar tus emociones escribiendo. Y recuerda: